ENERO

Quiero calibrar una vuelta atrás al engranaje del reloj del tiempo, traer de nuevo a la memoria tu imagen Martina mía la del cigarro en los labios, y dibujar con el humo esta fantasía.
Hoy que comprendo que la vida, 
es inútil medirla en horas, en días, en años y en ausencias... 
hoy que sé, 
que la vida se ha medir en recuerdos, hoy, que mi amor te extraña y que es capaz de esculpirse nuevamente en algún momento de mi infancia cuando tomadas de las manos, 
caminamos aquellas calles, aquellos campos a la velocidad que marcaban tus pasos.
Martina sin anteojos, 
tú, que como siempre eres capaz de ver desde las cruces que tantas veces siendo niña me anunciabas, tú, que me enseñaste a mirar el mundo desde la magia del silencio, a saber que no hay distancia cuando el corazón evoca aquello que ama.
Abuela mía, de corazón contento, 
tú, eres la llave de poder para volver el tiempo, tú, cerrojo de mi alma y precioso anillo de la melancolía, tú que vienes de paraísos distantes como lo hace la mañana al despuntar el día y que imprimes tu esencia en esta carta escrita mil veces y que celosamente ha sido guardada, 
traza hoy el horizonte en este mar del tiempo, toma mi mano como en aquél entonces y explora con tus ojos de niña mis sentimientos, acúnate en lo más profundo y sigue siendo la alegría, 
el sabor dulce de mi hermosa vida, calibra con tu recuerdo, este momento, gira de nuevo la llave del universo que fue nuestro tiempo y camina junto a mi este sendero, sin lágrimas y sin lamentos.
Martina sin anteojos y cigarro en los labios, 
tú, que hoy eres capaz de ver desde las cruces que tantas veces siendo niña me anunciabas, tú que me enseñaste, a saber que no hay distancia cuando el corazón evoca aquello que ama, 
tú que me mostraste como se ha de mirar el mundo desde la magia del silencio, 
hoy te digo, que no te equivocaste, 
como en cada Enero te reconstruyo en tu cumpleaños y a pesar de los años transcurridos desde tu partida te siento, te vivo, te quiero y de mi silencio, de mi tiempo... nunca te has ido. 

P. D.
Amor, Besos y Abrazos a tu hijo.... Mi Ramoncín

© Tizzia Holwin