Cuando miro tendido tu cuerpo
robas mi aliento... me inspiro
me regocijo con los momentos
que juntos hemos compartido.
Y al navegar por las palabras
eres tu el viento que impulsa
el avanzar de ésta mi barca
eres la vela, eres su amarra.
En la belleza que tiene tu cara
la infinita paz en ella perfilada
el grito de tu silencio que ama
isla perfecta en que solté ancla.
Y son las yemas de mis dedos
que te saben, las que te llaman
las que te dibujan en el recuerdo
y provoca fluir mis pensamientos.
Al deslizarse, baila mi pluma
es tu respiración su sinfonía
el cuerpo perfecto, mi lienzo
la tesitura de ésta, mi poesía.
Y me regocijo, ante este hecho,
de los instantes que construimos
tú eres mi verso, mi único verbo
y el florecer de mis sentimientos.
Soy... un aprendiz de la letra, una enamorada de la palabra y del silencio. Intimista en la mayoría de sus escritos, peregrina en el camino de la emoción. Me disfruto así, vacía de aflicciones y sin preocupación ante la página blanca al frente, a la que observo y escribo sobre ella y me atrevo a plasmar el desnudo del alma, el rostro del camino y el andar por la hermosa vida. Y que se convierte (para mi) en único destino la palabra, la poesía, los versos... El Poema.