domingo, 23 de junio de 2013

Diálogo con mi pueblo... el mundo.

En éste mundo en el que... el ritmo de vida se acelera sin pausas, necesitamos algo que nos recuerde lo que realmente importa en nuestra hermosa vida.
Que nos recuerde el significado de ser amigo y la singularidad de cada persona, algo que nos devuelva nuestro tiempo de antaño.
En el presente para reflexionar, sobre el tiempo de dar, tiempo para escribir cartas, tiempo para acortar las distancias, tiempo para regalar esas pequeñas cosas que su paso se vuelven esenciales.
Amanecer bajo el cielo que nos ha visto nacer y sentir el privilegio, pues no a todos se nos concede volver a él, volver a mirar sus bastos llanos, tan escasos de vegetación que nos invitan al reposo y a la profunda reflexión. Y cuanta emoción y esa singular prisa con que late nuestro corazón y esas ganas de gritarle al mundo que si... que siempre se le extraña y que pese al paso del tiempo grito a todo pulmón... 
¡Amo, amo esta bendita tierra! 
Y que muy a menudo siento una profunda nostalgia por ella.
Que placer volver a verte, volver a sentirte, pareciera que fuese como la primera vez que tomé conciencia de mi raíz. Saber que antes de la sangre está el quererse, ha pasado tanto tiempo y paradojicamente perecieran tan sólo unos meses. 
Te pido perdón... sé que debió ser antes que he debido buscarte cielo inolvidable poblado de estrellas relucientes que hablan de épocas pasadas y hace el recuento sereno del pasar del años.
Bajo este maravilloso cielo estrellado y el recuerdo de aquellos que amo y que generoso cobijas noche a noche y repites incesantemente mis; Te extraño, hoy estoy aquí... mírame me he transformado.
Han pasado ya los años y tu como yo... hemos cambiado, pero todos aquellos momentos vividos bajo éste cielo, los sigo atesorando.
Amo la generosidad de la hermosa vida, valoro todo cuanto ella me ha regalado, la fortaleza de un guerrero con raíz profunda en tu desértico suelo plantado. Hoy... que me encuentro sola y reflexionando bajo tu imponente manto estrellado, llega hasta mí un recuerdo con mi juventud en las manos, cuanto tiempo desde aquél ayer del que te hablo y que de prisa me parece ha pasado, sentada estoy en tu frondosa calzada, sola... recordando, el rostro de mis amigos en la gente joven que va pasando entre bromas caminando al igual que en aquél ayer... nosotros gozando, como en un espacio donde se detuvo el tiempo es el presente y el ayer de mi juventud tan mía por la calle de una ciudad que parece encantada.
Años van, años vienen, suspendida en el tiempo hoy me parece; nueva juventud tus calles con alegría caminan, uno a uno luciendo sus beldades, sola sentada las disfruto al ver mi recuerdo reflejado.
Escribo bajo un este tan cielo azul totalmente iluminado, vacío por completo de nubes que anunciaran tempestades. Fumo una vez más de mi cigarrillo, doy la vuelta a mi compañero el cuadernillo y aunque estoy sola admirando tu hermosa calzada con el recuerdo de mis amigos junto a mí un domingo dando la vuelta me hacen sentir bendita y acompañada.
Hoy he visto gentes y rostros sin edades, entre las letras de mi Sabines y el canto de Mercedes el que acompaño para al igual que ellos sólo pedirle a Dios que el futuro no me sea indiferente, que la reseca muerte no me encuentre... vacía y sola, sin haber hecho lo suficiente.
Que Dios bendiga a Dios y bendiga mi Jiménez. 
Que ... nuestros muertos más queridos se lloran siempre a solas y muy... muy quedamente.
Es por eso que no he de escribir sus nombres, pues ya los estoy llorando.

Caudal de Agua Clara

Quiero perderme en tus aguas
abandonar la seguridad de mi orilla
abrazarme a ti
y sentir que tu cuerpo al mío
hoy reclama.
Quiero fundirme en tus aguas
recorrer las praderas
y las montañas
y sentir tu cuerpo muy mío
acariciando laderas.
Quiero fluir en tus aguas
alimentar verdes prados
y germinar sus semillas
para florecer en los campos
aromando senderos.
Quiero bailar con el viento
amar tu cuerpo
en sutiles roces de silencio.
Quiero perderme en tus aguas
ser uno solo,
¡Contigo!
Caudal de agua clara
navegar por tu cuerpo 
y hacerte sentir
que aún Te amo 
mi cuerpo hoy te reclama
ausente querido
muy mío.


Sobre éstos... mis Ojos

Hoy voy a hacer llover
sobre éstos... mis ojos
vacíos de tu imagen
para iluminarlos serenos
y así, agradecerle al silencio.

Hoy voy a hacer levantar 
tu cuerpo
sobre una nube del recuerdo
a media luz o a obscuras
¡Que importa!
para hacer realidad mi sueño.

Hoy voy a hacer llover
sobre éstos... mis ojos
que fluyan como ríos
sobre tu corazón
fermentado... en el silencio.

Silencios

Tiempo...
en su marcha invasivo
sin ti, sin mi, sin ambos
llamando al silencio, querido.

Tú...
lugar donde he vivido
envuelta en el silencio
rumor que he creído.

Llanto...
lugar donde me he perdido
sin mi, sin ti, sin nido
en la angustia me aflijo.

Ojos...
mirando compasivos
en la soledad, sin ambos
rumor mil veces repetido.

Amor...
lugar donde hemos nacido
palabra que no se ha dicho
silencio donde muere el grito.



Letras y Palabras

En el silencio anidado en mi garganta
y un dolor adormecido en el alma
es ésta, mi pluma... quien habla
es ella quien escribe, la palabra.

Insistentemente, te nombra, te llama
entre rimas y éstos versos tristes
entre recuerdos por las noches
hasta la inevitable llegada del alba.

Y si mis dedos acaso se negaran
navega en el mar de mi pensamiento
entre las olas de verbos y letras.

Con el deseo incesante por escribir
de tus mieles ojos y hermosa mirada
y suspiros que escapan por la ventana.

Cerrando los Ojos

Cierro mis ojos
para encontrar 
tu sonrisa
en tu labio dibujada.
Para perderme
en la miel de tu mirada
y envolverme con ella
enamorada.
Cierro mis ojos
para recordar tu piel
su suavidad y...
su aroma en mi sábana.
Para perderme 
en ése color dorado
hasta entrada...
la mañana.
Cierro mis ojos
para abrazar la promesa
de tu palabra...
pronunciada.
Para perderme
en el más bello recuerdo
que es mi desvelo...
mi madrugada.

Sin Olvidar Nada

Hoy quiero hablar
de ti...
sólo de ti
describirte en un verso
en mis palabras.
Sin  un lamento
de ti...
y de mi
sin derramar lágrimas
que mojen nuestra almohada.
Sin ofender a la promesa
de ti...
y de mí
 a nuestras almas
sin distancia...
sin ausencia.
Sólo palabras enamoradas
sin el paso del tiempo
con tu presencia...
sin olvidar nada.

No... No Bastan

Olvidaba decirte
que la ausencia no basta
y que aún vaga por aquí
tu fantasma.

Con su luz azul
y el naranja del alba
que mi pluma te nombra
en cada palabra.

Que eres motivo tú...
de alguna lágrima
que es lluvia fresca
sobre tu recuerdo.

Donde renace cada día
un nuevo sol
sobre un cielo gris
y con el la esperanza.

Así es tu recuerdo
como el muro de mi casa
tu presencia, tu aroma,
y con el la nostalgia.

Olvidaba decirte
que la lluvia, el cielo,
el muro, la lluvia y el sol
para borrar tu fantasma.

No... no bastan.

Me Falta Valor

Éste amargo y dulzón
que tiene el silencio
merodea mi espacio
hasta nublar la razón.

Se que me faltas
y que al caer el sol
mi nombre piensas
y me llamas Amor.

Saber que estás lejos
y sentirte tan cerca
tú, sombra fugaz que...
habitas en los espejos.

Se que te falto...
pero no tengo el valor
para romper el silencio
y llamarte... Mi Amor.




Soneto de Amor

Te amaré como tantas veces
en mi silencio con ternura
y volveré a intentarlo
cada vez en nueva tesitura.

Tejeré con mis palabras
un poema de amor
a la medida de tu cuerpo
y de la piel que desnudara.

Con todas las hojas caídas
de un otoño temprano
que alcanzó nuestras vidas.

Y las letras de mi poesía
para cubrir tu desnudez
con la seda del alma mía.

Soneto de la Mirada

No... no apagues la luz
deja encendida la llama.
No... no es por temor
deja encendida la flama.

No... no quema, calma
déjala encendida que arda.
No... no duele el amor
deja encendida el alma.

No... no olvides el fulgor
deja encendida la llamarada
no temas herirme mi amor.

No... no apagues la luz
deja encendida tu mirada
y en silencio dí que me amas.

Que fácil para ti.

Olvidar mi piel
que noche a noche
suspira y te llama.

Olvidar mi sábana
que a cada momento
te dibuja en mi cama.

Olvidar mi mirada
y en su parpadeo
te miran, te aman.

Olvidar mis labios
sedientos día a día
 por ti claman.

Olvidar mi corazón
que late solo por ti
y siempre te extraña.

Olvidar mi amor
marchar sin sufrir
sin adiós, sin nada.

Metamorfósis

Mis besos 
transforman lejanas miradas  
y la distancia larga 
en sutiles fragancias
que aromando van por ahí
un alma que extraña.
Mis abrazos transforman 
las flechas del viento 
y los antiguos suspiros 
en un mar de poemas contenidos 
 donde florecen palabras.
Mi cielo  transforma
las noches de desvelo en...
millones de ¡Te Quiero! 
cómo sutiles caricias de sol 
al despuntar el alba.
Mis pasiones... 
transforman amargos sinsabores 
y soledades que vagan
en luces de estrella 
que nunca se apagan.
Hoy... mi ausencia 
se transforma
dejando atrás su crisálida 
para surgir 
cuál mariposa
y cruzar las fronteras
que dibujan al viento la nostalgia y 
... la absurda distancia.

Soneto de Sol

Me conformo con ellos
que fueron mi cielo
abrazo sin tiempo
calma y tempestad.

Luz para ésta mi alma
que fueron mi espacio
soles que sorprendo
mirando enamorados.

Son tus ojos de sol
amado ausente
lo que anhelo y sueño.

¿Cuantas estrellas
serán necesarias para
lograr un destello, amor?

Irremediablemente

Sigues siendo irremediable
ola de silencio que estalla
en ésta mi solitaria playa.

Como puesta de sol irrepetible
mientras se oculta al horizonte,
y suave viento que mece la rama.

Silueta caminando inconfundible
por los senderos, los pasillos,
y los caminos mi alma extraña.

Desafiando el tiempo inexorable
las letras de todos mis versos
y mi hermosa noche desvelada.

Sigues siendo lo inconfesable
pensamiento que me abraza
ladrón que me roba la calma.

Soneto del Silencio

Hoy te invito
desconocido amigo
a caminar a mi lado
bajo esta luna y su luz.

Si me atrevo
dejaré en tu labio
el sabor de mi beso
con el riesgo de amor.

La luna discreta al mirar
actuará con disimulo
y dictará el verso... uno.

Para romper el silencio
con el aroma de anhelo
y el sonido de un deseo.

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