MAREJADA

Así,
como la brevedad
de un instante
labraste el tatuaje
al alma,
con la sinfonía
de tu tacto
en antigua piel
y que quedó impresa
en mi almohada.
Así,
así te quiero
breve y tempestuoso
como el viaje
de una barca sin amarras,
imprevisto
en la otroredad
de una mar,
que se escurre
en mis horas tristes,
sinfónico
al llegar el alba.
Así,
amante mío,
justo en el abrazo
intenso
mudo a la palabrería,
ausente de todo miedo
y sin charla,
en la dualidad
que guarda la hora eterna
y que por duración tiene
la brevedad de un instante.
Así,
superfluo
amor prohibido,
sempiterna otredad
que maldiciendo al mar
está,
en las arenas
de tu playa marginal
y mi deseo constante,
en la furiosa ola del deseo
que rompe ante la roca
de una sociedad
pretenciosa de moral.
Así,
así te quiero,
breve y tempestuoso
como el viaje
de una barca
sin amarras,
superfluo
amor prohibido
y amo,
de esta marejada.

Tizzia Holwin