Soy alma amanecida
picoteando el silencio
de una verdad escondida.
Soy alma y soy esquina
que cerca del alba
llora y lame sus heridas.
Soy alma que baña
en la risueña mañana
sus emociones vividas.
Soy alma y soy orilla
entre floridos jardines
de amores con sombrilla.
Soy alma amanecida
que en el silencio...
se quedado dormida.

Soy... un aprendiz de la letra, una enamorada de la palabra y del silencio. Intimista en la mayoría de sus escritos, peregrina en el camino de la emoción. Me disfruto así, vacía de aflicciones y sin preocupación ante la página blanca al frente, a la que observo y escribo sobre ella y me atrevo a plasmar el desnudo del alma, el rostro del camino y el andar por la hermosa vida. Y que se convierte (para mi) en único destino la palabra, la poesía, los versos... El Poema.
lunes, 22 de abril de 2013
Una Historia de Amor.
Adoro, tu latido acompasado
tu cabello revuelto, desordenado
pasar entre ellos mis dedos
y sacarte de a poco de tu sueño.
Adoro, tu gemir al despertarte
tus ojos que brillan cuando los abres
mirar a través de ellos cada mañana
cuando en silencio abres la ventana.
Adoro, el abrir de las puertas
tus pasos despacio por el camino
llegar hasta a mi, te inclinas me besas
me abrazas diciendo, ¡Buen día cariño!.
Adoro, el iluminar de tu rostro
tu mirada dulce de mermelada
y el gesto que amo, dibujado en tu cara
cuando tomas mi mano, para apretarla.
Adoro, el día que tu descansas
tu cuerpo y el mío tendido en la cama
y cuando tu me dices muy quedo
en una caricia, ¡No, no te vayas!.
Adoro, que quieras narrar de memoria
la historia de amor que venció la distancia
entre el aroma de un buen café y las tostadas
suspiras y entonces, la nuestra vuelves a narrarla.
tu cabello revuelto, desordenado
pasar entre ellos mis dedos
y sacarte de a poco de tu sueño.
Adoro, tu gemir al despertarte
tus ojos que brillan cuando los abres
mirar a través de ellos cada mañana
cuando en silencio abres la ventana.
Adoro, el abrir de las puertas
tus pasos despacio por el camino
llegar hasta a mi, te inclinas me besas
me abrazas diciendo, ¡Buen día cariño!.
Adoro, el iluminar de tu rostro
tu mirada dulce de mermelada
y el gesto que amo, dibujado en tu cara
cuando tomas mi mano, para apretarla.
Adoro, el día que tu descansas
tu cuerpo y el mío tendido en la cama
y cuando tu me dices muy quedo
en una caricia, ¡No, no te vayas!.
Adoro, que quieras narrar de memoria
la historia de amor que venció la distancia
entre el aroma de un buen café y las tostadas
suspiras y entonces, la nuestra vuelves a narrarla.
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