Leve humo de brumosa palabra
que vives en las manos atadas
de soledad trampas y angustias
olvidada en las copas brindadas.
Noche entre cigarros y alcoholizada
de amores que mueren a puñaladas
por antojos de los deseos que aguardan
el llegar de las madrugadas.
Rimas que nunca fueron escritas
pero entregadas en las mascaradas
lobo, hombre cretino que aullas
a la luna que ha sido engañada.
Hierros candentes que marcan
de los placeres su púrpura
en una cama que será olvidada
rojos humeantes de horas gozadas.
Sábanas blancas que esperan tatuadas
ebria amargura que las aventajas
en el destello que tiene al llegar la mañana
después de una noche perdida... equivocada.
Soy... un aprendiz de la letra, una enamorada de la palabra y del silencio. Intimista en la mayoría de sus escritos, peregrina en el camino de la emoción. Me disfruto así, vacía de aflicciones y sin preocupación ante la página blanca al frente, a la que observo y escribo sobre ella y me atrevo a plasmar el desnudo del alma, el rostro del camino y el andar por la hermosa vida. Y que se convierte (para mi) en único destino la palabra, la poesía, los versos... El Poema.
Mi juventud la vivi como músico de sesión en los cabarets de las ciudades y pueblos... y es verdad, nos convertimos en aulladores de las lunas de cada noche... entre cigarros, alcohol, y placeres pasajeros... yo, debuté sexualmente en un cabaret, cuando tenía apenas 16... como no sentir lo que tu escribes, como negar que es todo tan cierto... Gracias Leticia...
ResponderEliminarEbria la Noche... Ha logrado entonces la labor del poema, vibrar un corazón... Evocando el recuerdo.
EliminarMe alegro por ti, por él y por mi.
Infinitas gracias por tu lectura y por tomarte éstos preciosos segundos para dejar plasmada tu huella.
Tizzia.