Fue en un día cualquiera
cuando te vi por vez primera
una tarde de hermosa primavera.
Fue en día vacío de abrojos
cuando yo grabé el marrón de tus ojos
y me entregué sin pudor alguno al antojo.
Fue un día de nostalgia y melancolía
cuando me percaté lo que significa la alegría
y descubrí que es tu voz una bella melodía.
Fue un día de sol y brillo
cuando campos verdes y fluidos ríos
me hablaron de un para siempre amor mío.
Soy... un aprendiz de la letra, una enamorada de la palabra y del silencio. Intimista en la mayoría de sus escritos, peregrina en el camino de la emoción. Me disfruto así, vacía de aflicciones y sin preocupación ante la página blanca al frente, a la que observo y escribo sobre ella y me atrevo a plasmar el desnudo del alma, el rostro del camino y el andar por la hermosa vida. Y que se convierte (para mi) en único destino la palabra, la poesía, los versos... El Poema.
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